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lunes, 3 de agosto de 2015

Hey, mamá, Bill Kaulitz ya no parece niña.

Me causa gracia contarme entre la gente que vio con incomodidad el nuevo look de Bill. Es gracioso, es decir, la costumbre al producto anterior se volvió tan fuerte, que era casi un deber. Verlo rubio y crecido, tan de pronto, fue un golpe a la realidad, y debió pasarle a muchas.

No te burles, Bill O:


Más allá de ello, la nueva conducta de Tokio Hotel. Fue repelente, es como si vieses a Mickey Mouse tomar un puro y leer periódico, tal y como lo haría un adulto. Y es ahí el hipocentro del problema. La simbología de lo que era Tokio Hotel en los preciados recuerdos de nuestras anteriores personalidades adolescentes se vio en colisión contra la realidad, un ‘también nosotros crecimos en proceso’. Es ahí, donde más segura estoy de que en concreto, la mayoría de comentarios reales a cerca del cambio de Bill no fueron publicados.

Sí, lo estoy, es que, los comentarios que hoy día vemos publicados, son comentarios de las pubertas que se sumaron a la onda ‘tokita’ o ‘alien’. Y es bastante entristecedor. Yo por mi parte digo que la peor época de la banda fue su auge en MTV. Más dinero de la industria al producto, prometiéndome más discos a futuro, estoy clara de ello, pero el fandom se llenó de tanta basura, tanta superficialidad que me dije “Ya no seguiré esta banda. Todo en torno a ella es mierda”



No me  vayan a tomar a mal, el disco me gustó bastante. Y tengo mi copia (obviamente la versión inglesa, aunque entre nos, la versión que SÍ tuvo personalidad fue la alemana, y es que sí, pero es tema para otro artículo), mis canciones favoritas, y gusto específico por peinados del señor Bill. Es inevitable, Tom me enaltece el libido (jahjah, le yo pecadora)  y Bill las ganas de vestirlo de mil y un formas. Es como una de esas bolitas de arcilla que sirven para el estrés y moldeas a tu gusto.

En fin.

Lo gracioso es que, se sumaron millones de fan, y restaron otras, que eran el sentido. Y etiquetaron erróneamente a la banda en sí. Pasa con cada banda o cantante en el mundo. (incluso escritores o deportistas) y da bastante pena.

¿Creen que la banda se dio cuenta? Obviamente que se dio cuenta. Y es lo que me gustó.
Bill creció, y es  lo magnífico. Esta era de transiciones se viven a vox populi ahora porque es la época. Le pasó a cada banda del pasado. Y no es que compare a TH con The Beatles, por ejemplo, pero ellos dentro de su estilo y genialidad, vivieron épocas de cambio.

A modo de ejemplo dejo el video de Feel it All, fue el que más me sacó de onda ¡Quedé petrificada! Con un “what the faq” fijo. Y lo cómico es que es mi canción y video favorito de ahora. El significado más profundo del disco se vive dentro de cada letra, y lo vive principalmente Bill. Antes su atuendo era una contraposición a lo ‘normal’. El problema, es que la contraposición de Bill, se volvió normal con los años, y sumergió el estilo  que un día fue original de la banda, dentro de un mar de modas que comenzó a abrir paso a la asqueante moda de 2009 y lo que dio paso al Tokio Hotel de MTV.

La contraposición actual de Bill es todo un arte: conforma dentro de la misma moda juvenil lo que él como humano vive ahora. Es un joven, comete errores, está cerca de la mierda. Como cada uno de nosotros. Y es lo que me gusta. El disco actual es una nueva abertura a letras más maduras, y tengo la teoría conspiranóica de que este disco es el que le seguiría directamente en líneas cronológicas a Scream.




Bill, lograste que diese el grito al cielo, y eso es fantástico. Te repelí por idiota, y ahora estoy de nuevo al pendiente por idiota también. La música de Tokio Hotel siempre es refrescante, y comienza a crecer. Creo que estaré detrás de ellos por un tiempo, esperando más cosas.

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